Los pueblos sobre las colinas, las bastidas fortificadas, las ciudades medievales, los «nidos de águila», todos tienen un alma y un ambiente únicos. Las ciudades y pueblos del Tarn nos cuentan la historia de sus hombres y mujeres de carácter afable. Cada muro y cada piedra que rodea al Tarn o que se posa sobre una colina murmura las peripecias de esta tierra de pasiones a quien quiera escucharlas. Los cátaros, guerras de religión, compromisos y luchas han marcado el paisaje y el temperamento de los habitantes del Tarn.
Con nuestros ojos curiosos podemos admirar el Tarn con su luz tan particular, su autenticidad, su rica historia, su patrimonio incomparable, su impresionante naturaleza, sus acogedores habitantes y sus pequeños rincones insospechados.
Recintos, Patrimonio Mundial de la Unesco, los pueblos mas bonitos de Francia, jardines excepcionales y monumentos históricos: ¡qué palmarés!
Todo esto lo encontrará en unas vacaciones llenas de sensaciones que colmarán todas sus ansias de evadirse.