Tarn se abre ante nuestros curiosos ojos con esa luz tan particular, con su autenticidad, su rica historia y su patrimonio incomparable, su naturaleza sorprendente, sus acogedores habitantes y sus pequeños rincones inesperados.
Desde los «grandes sitios de Francia» declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO hasta los pueblos más bonitos de Francia, pasando por extraordinarios jardines y monumentos históricos: aquí lo hay todo para pasar unas vacaciones llenas de color que saciarán las ganas de evadirse.