«No solo el cielo»
Cuando Castres se convirtió en la sede de la Cámara de los Edictos en 1598, atrajo a numerosas personalidades designadas por el rey o representantes de los partidos. Su autoridad era indiscutible y su residencia debía ser una muestra representativa de este poder.
Este edificio, construido a principios del siglo XVII, impacta por su torreta con voladizo y un pingante de ladrillo. Además de sus ventanas con parteluz que tienen un marco de piedra. Esta combinación de ladrillos y de piedras muestra la inspiración de la arquitectura tolosana y del siglo XVII.
El edificio conserva en la calle una puerta con frontón con rodillo que muestra una divisa característica de esta época. Esta inscripción latina, encima de la puerta de entrada del Hôtel Jean Leroy, tiene dos traducciones posibles: Una edificante: «El cielo y no la tierra». La otra, más libertina, en el sentido del siglo XVII «No solo el cielo».
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